lunes 10 de marzo de 2008
Hay que echar a los "policías comunitarios"
La creación de la denominada "policía comunitaria" fue un acto de prepotencia y una preocupante amenaza para los vecinos. Su presencia no responde a ninguna necesidad vecinal ni demanda ciudadana. Fue una decisión sacada de la galera, y es muy oscuro el objetivo real.
La forma de incorporación fue ilegal y abusiva. Viola los derechos laborales de los trabajadores y afecta el interés de los contribuyentes. Además, es un empleo tal que los convierte en rehenes de un "puesto de trabajo", y como tal, manipulables.
¿Qué capacitación tienen? ¿Cómo se prepararon para reaccionar ante accidentes, conflictos o problemas que se les pueden plantear en el día a día? ¿Conocen las maniobras de reanimación de un accidentado? ¿Están preparados para enfrentar hechos de violencia que los pueden involucrar? Una de sus atribuciones es «educar» ¿qué capacitación tienen? ¿En qué condiciones salieron a la calle?
Esta "policía" debe ser obediente y dócil con las autoridades, que tienen suficiente poder para dejarlos sin trabajo cuando se les antoje. Esto transforma al cuerpo de "policía comunitaria" en un instrumento que se rige por la obediencia debida, lo cual lo asemejará a un temible "grupo de tareas". Y quien piense que esto es una exageración, que repase la historia del peronismo en el país. ¿Tendremos 300 "policías" circulando por los barrios, observando, "colaborando con el vecino", escuchando, vigilando, obteniendo información, sabiendo que de su "buen comportamiento" depende su continuidad en el "trabajo"?
Los vecinos no queremos policías, queremos maestros; queremos enfermeros. Si la excusa es la seguridad, no hay mejor respuesta que crear fuentes de trabajo genuinas y pagar sueldos dignos, mejorar las escuelas, democratizar la vida barrial y municipal. Para ello, hay que destinar menos dinero al beneficio personal y la politiquería, estimular al pueblo y no manipularlo. Los problemas de la ciudad no se resuelven con policías, sino con políticas solidarias, honestas, bien planificadas, con participación y control popular. Y ahora, mucho menos queremos pagarle un sueldo a los "policías" del intendente derrocado.
La forma de incorporación fue ilegal y abusiva. Viola los derechos laborales de los trabajadores y afecta el interés de los contribuyentes. Además, es un empleo tal que los convierte en rehenes de un "puesto de trabajo", y como tal, manipulables.
¿Qué capacitación tienen? ¿Cómo se prepararon para reaccionar ante accidentes, conflictos o problemas que se les pueden plantear en el día a día? ¿Conocen las maniobras de reanimación de un accidentado? ¿Están preparados para enfrentar hechos de violencia que los pueden involucrar? Una de sus atribuciones es «educar» ¿qué capacitación tienen? ¿En qué condiciones salieron a la calle?
Esta "policía" debe ser obediente y dócil con las autoridades, que tienen suficiente poder para dejarlos sin trabajo cuando se les antoje. Esto transforma al cuerpo de "policía comunitaria" en un instrumento que se rige por la obediencia debida, lo cual lo asemejará a un temible "grupo de tareas". Y quien piense que esto es una exageración, que repase la historia del peronismo en el país. ¿Tendremos 300 "policías" circulando por los barrios, observando, "colaborando con el vecino", escuchando, vigilando, obteniendo información, sabiendo que de su "buen comportamiento" depende su continuidad en el "trabajo"?
Los vecinos no queremos policías, queremos maestros; queremos enfermeros. Si la excusa es la seguridad, no hay mejor respuesta que crear fuentes de trabajo genuinas y pagar sueldos dignos, mejorar las escuelas, democratizar la vida barrial y municipal. Para ello, hay que destinar menos dinero al beneficio personal y la politiquería, estimular al pueblo y no manipularlo. Los problemas de la ciudad no se resuelven con policías, sino con políticas solidarias, honestas, bien planificadas, con participación y control popular. Y ahora, mucho menos queremos pagarle un sueldo a los "policías" del intendente derrocado.
MUNGUI
Trascendió proyecto de Escuela para padres impulsada por el ex Intendente Tierno
Que lástima que no pudo ser!!!
acá lo transcribimos.........
Escuela Municipal para padres Comisario Polo Lugones
Carrera: Energúmeno profesional
Duración: 1 año
Director Juan Carlos Tierno
Perfil del egresado; el egresado de la escuela deberá salir convertido en un verdadero energúmeno capaz de golpear salvaje y sádicamente a una eventual mujer indefensa. Luego será capaz de torturarla y perseguirla procurando instrumentar las condiciones necesarias mediante el uso y abuso del poder para ocultar el caso.
Será capaz de hacerlo también contra hombres indefensos pero siempre a través de terceros, tales como agentes de policía adictos a esta “política”.
El egresado deberá conocer minuciosamente las leyes para luego buscar el modo adecuado de violarlas o dejarlas simplemente de lado, sin consecuencias para él mismo.
Deberá practicar la mentira descarada y la injuria sin que se le mueva un pelo.
Saldrá convertido en ser antisocial, amargo, triste, arbitrario, despótico e injusto para insertarse en la medida de lo posible en los más altos estratos de poder favorecido por la coyuntura de una clase política mediocre y corrupta.
1º Cuatrimestre
Manejo de los Instrumentos de tortura: Picana eléctrica, cigarrillos encendidos, alambres al rojo vivo, etc. Técnicas
Instrumentación de la tortura psicológica a la mayoría de la población, o sea los adversarios.
2º Cuatrimestre
Formas de amedrentamiento y disciplinamiento de familiares y población en general.
Uso y abuso de autoridad en general e indiscriminadamente. Mecánica y formas del mismo.
Instrumentación de políticas de combate a la cultura y la inteligencia en general.
Combate a los derechos de los ciudadanos tales como la protesta, la agremiación y la expresión. Desmantelamiento de actos de provocación tales como casamientos, fiestas varias y cumpleaños de quince. Técnicas.
Características y reconocimiento de los depravados morales y sediciosos.
Para obtener el título el egresado deberá realizar una residencia de 2 meses bajo la atenta mirada y adoctrinamiento del director de la escuela.
12 de marzo de 2008 11:17