sábado 8 de marzo de 2008
Le pedimos al compañero Jorge Etchenique (sociólogo, investigador,docente) que nos permitiera publicar este artículo suyo que se incluyó en las páginas de la publicación "Urbanas en red" Nº 24 - marzo/2008. Nos pareció un análisis que aporta al debate.
El Estado -define Max Weber- es el instrumento que garantiza el monopolio de la violencia y esto es una verdad a medias porque el Estado es mucho más que eso. Para A. Gramsci la dominación articula instancias públicas y privadas que, en conjunto, conforman un modelo de hegemonía que direcciona a la sociedad. En nuestro caso estamos hablando de instancias de gobierno como el municipio, pero también de una parte de la “sociedad civil”, tan responsable como las instancias políticas y judiciales que, por acción u omisión, habilitaron al actual Intendente. Podemos acudir también a L. Althuser. Poco importa, señalaba, que los aparatos que transmiten las normas dominantes sean públicos o privados, importa su funcionamiento. Esto equivale a una divisoria de aguas diferente. No habría entonces -hoy, aquí- un municipio fascista enfrentado a una sociedad democrática, como dos bloques antagónicos sino un ensamble entre sectores para componer ese término clave: hegemonía. Repasemos qué pasaba en la sociedad santarroseña para engendrar una gestión con semejante perfil, qué prácticas sociales propias del autoritarismo y el oscurantismo siguen habitando nuestro medio. No hay dudas que hizo pie en Santa Rosa un compuesto de instituciones públicas y sectores privados que vienen otorgando un histórico consenso a dictaduras militares argentinas y al modelo franquista que inspiró a casi todas ellas.
En nuestra restringida democracia argentina, el aparato represivo del Estado funciona mediante la violencia explícita pero la mayoría de sus estamentos lo hace de manera más sutil, más “normal”. Sin embargo, la fascistización del clima urbano se traduce en producir, con un alto grado de violencia, medidas que en otros modelos se concretan con motricidad fina. Si bien difieren en la forma, el objetivo central es el mismo: mantener un estado de cosas, un sistema. Siempre existieron mecanismos de control social, aunque disimulados detrás de una nube legal instalada en el “sentido común”. El fenómeno actual es que al circular todos esos instrumentos disciplinadores (policía municipal, censo, controles aparatosos, etc.) en onda represiva, aparece develada su verdadera esencia.
Lo que estamos viviendo es una rápida crisis de esa hegemonía. La movilización contrahegemónica tampoco es espontánea. Desde el cataclismo de 2001 un creciente sector de estudiantes, artistas, jóvenes en los barrios, etc. viene protagonizando en Santa Rosa -y en
En el campo adverso, hay quienes aspiran a retornar a un orden “racional” en los marcos del aparato legal, adjudicando al espíritu de la movilización un carácter transitorio. Pero hay quienes conciben que la disyuntiva fascismo o democracia debería cohabitar -no reemplazar- la contradicción de fondo. Sucedió en el país a partir de 1983 en que la oposición “responsable” hizo que la alternativa dictadura o democracia sepulte a la pre-existente liberación o dependencia. Entonces, la lucha contra el autoritarismo debería trascender la coyuntura y sedimentar mecanismos de democracia directa, asamblearia, desburocratizada, que transporte la relación horizontal, libertaria, ensayada en nuestras calles hacia una “institucionalidad” de nuevo tipo y que prefigure, anticipe, un sistema diferente.
me parece excelente lo de jorge TODOS deberiamos detenernos a leer varias veces lo escrito y usarlo para pensar, pensar y pensar en que forma nos fortalecemos como sociedad organizada
las marchas han sido y serán la mejor forma pacifica de mostrarnos, las charlas despues de ellas las verdaderas asambleas formadoras de opinion en nuestra sociedad.
Somos en definitiva una gran parte del:
Pueblo
DEL Poder
8 de marzo de 2008 19:47
Jorge Etchenique... felicitaciones!!!. ¡¡Tenías que ser vasco carajo...!!!Aguante Euskadi!!!
¡¡Aguante Entre Ríos!! (fuera Botnia) que parió a este tipo y lo tenemos para nosotros!!!
Perdón.. tal vez me saltó la sangre vizcaina...
Hay algo más de Jorge por ahí???
8 de marzo de 2008 22:00
aguante entre ríos que nos pario muy bueno jorge.
otro entrerriano que ama su Pampa como vos.
sabras quien soy
8 de marzo de 2008 22:38
CHICOS MUY COPADO LO DE UDS, ENTRERRIANOS QUE AMAN A LA PAMPA, PERO TAMBIEN HAGANSE CARGO DE QUE NOS REGALARON A NESTOR RUFINO AHUAD, Y SU HERMOSO YATECITO QUE TIENE EN LA PAZ, CON NUESTRA PLATITA..
UN ABRAZO
8 de marzo de 2008 23:50
ah no se vive aca, (sabes donde) como nosotros, anda pediselo y te das una vueltita ,,,,
El es mas turco que entrerriano me parece.
9 de marzo de 2008 0:25
Gallo Rojo, Jorge nos asesoró en la elaboración de varios artículos. Notarás su pluma en unos cuantos. Particularmente en los referidos a temas como el control social y las formas fascistoides de ejercer el poder.
LA.
9 de marzo de 2008 1:47
Esclarecedor el editorial de No Pasarán!
Muy bueno.
Mas allá de lo vasco, de lo entrerriano ó de lo pampeano, es de la gente. Es como la gente.
Gracias por la reflexión.
Apuntes:
Para no perderse los comentarios de Vignatti en La Arena de hoy domingo.
Dice que pensó que estar con Tierno iba a ser bueno para su carrera política. La verdad demostró un estado físico envidiable perseguido por los huevos. Un maratonista de la política.
Agrego que me llama poderosamente la atención el empecinamiento puesto por algunos sectores de la sociedad y por la clase política en general de adjudicarse la decisión de echar al torturador.
Lo echó la gente. La gente hizo que el Frepam se ponga los pantalones. La gente hizo que Jorge se defina. La gente y sólo la gente es la responsable de este admirable gesto democrático de sacudirse a un torturador de encima.
No hubo "Marines", ni "frepames" ni "uceerres"....
Es tan dificil de ver?...
ó no hay peor ciego....
Un abrazo para la gente como la gente.
9 de marzo de 2008 12:38