martes 12 de febrero de 2008
Del conjunto de rasgos que históricamente han identificado al fascismo, podemos extraer algunos que la gestión de Juan C. Tierno se empeña en sacar a la luz. ¿Qué expresa Tierno?
No es éste el lugar de considerar las variables económicas del fascismo, determinantes por cierto, sino sus efectos en la escena pública. Es un fenómeno social y, sin embargo, circula una interpretación que lo reduce a nivel de
engendrado. Efectivamente, un sector de la sociedad de Santa Rosa creó las condiciones para que lleguen al gobierno municipal ideas y prácticasautoritarias, las que no necesitan un perfil psíquico determinado para salir a la luz. Sí es cierto que un estado de alienación, una mirada fundamentalista de la realidad, las llevan a alturas peligrosas.
La complicidad se evidencia en la creencia de que las crisis se resuelven casi exclusivamente mediante la eficacia de los aparatos represivos. Los muy proclives a hablar de estado de derecho, gobernabilidad, etc., no dudan en permitir que la "ilegalidad" de algunos procederes se transforme en una nueva "legalidad".
La fragilidad de las instituciones suele anticipar y seguir a tales prácticas. Un Concejo Deliberanbte al que le aguarda un destino de espectador y, más aún, que acepta ser ignorado, no puede menos que sumarse a la cadena de silencios que apuntalan/alientan -antes y ahora- toda práctica fascista. La mudez con que los comerciaqntes soportaron la abrumadora andanada de normas, expuestas de una forma que es una afrenta a toda convivencia democrática, demuestra una pasividad lindante con la conformidad. O bien un precio que están dispuestos a pagar.
Los silencios siempre fueron parientes de los miedos. ¿Para qué se transforma el centro de Santa Rosa o la laguna en escenarios del frenesí policial? La espectacularidad de esas demostraciones recuerdan a filmes que ilustran los operativos hitlerianos, a la vez que la presencia personal del intendente es otro matiz que agrega similitudes. ¿Por qué? Por que el mesianismo, es decir crear la ilusión colectiva de que su mera presencia basta para solucionar los problemas, es otro insumo del recetario fascista.
A esto debemos agregar que el tono, los gestos, todo arma una nube de amenaza, la que parece agigantarse con la proyectada milicia propia que le daría un inmenso poder "disuasor", propio de los "camisas negras". La amenaza, junto a los silencios y los miedos, redondea un programa premeditado, planificado, y sabemos, además, que esa trilogía es generadora de otros dos fenómenos: la obsecuencia y la delación como mecanismos para ganar la atención del Duce.
Una dimensión final que sintetiza este panorama: el objetivo último, más que el control del alcoholismo o la delincuencia o exaltar la moral, parece ser el control social de la población. No a la inversa. No hay fascismo sin un estricto control social. El censo parece ser el costado burocrático de los mecanismos antes expuestos, los completa Y son estas planillas invasivas las que parecen otorgar, en lo inmediato, un marco para resistir. Debe ser un no colectivo, social, del que debemos participar. Es más, impulsar.
Negarse a contestar el censo es un modo de empezar a decir, como nuestros antecesores de todas las latitudes y todos los tiempos que enfrentaron al fascismo: ¡No pasarán!
PARA COMENZAR, LAS COSAS QUE OCURREN. . .
En Santa Rosa están ocurriendo cosas. Ha llegado el primer intendente "loco". Además es un golpeador de mujeres, ha pagado con impunidad los buenos servicios de algún policía para encubrirse, se apropió indebidamente de un campo y gobierna como un desquiciado la ciudad.
Su actuación desató una protesta espontánea, que fue creciendo hasta hacerse multitudinaria, entusiasta y sostenida como no se recuerda desde la memorable huelga de los salineros. Esto sí que es novedoso en Santa Rosa. La protesta caliente de los primeros días se fue haciendo poco a poco más festivalera. Mucha música, alegría, consignas ingeniosas, bombos.
Dirigentes y punteros peronistas en la protesta. Dirigentes y punteros radicales también. Y la gente, mucha gente. No menos de 4.000 en el pico de la movilización. Todos mezclados, confundidos... y reciclados. Nadie coreó otra vez la consigna «¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!». ¿Qué pasó? ¿Cuándo fue que los políticos se redimieron? ¿Cuándo los perdonamos? ¿Por qué ahora no queremos que se vayan todos? ¿Alguien es capaz de responderse, al menos, a sí mismo?
Al intendente lo quieren echar. Sólo éso. La gente lo quiere echar en paz, sin violencia, con música y consignas. Es lo que se alienta desde el micrófono, desde los blogs, desde la conducción de las movilizaciones. Por debajo de la mesa, peronistas y radicales negocian. La gente movilizada todavía no ha pensado en el "después", los políticos sí, de eso viven. El gatopardismo acecha.
La experiencia que la sociedad santarroseña está haciendo dejará algunas enseñanzas para el futuro.
Mungui
Su actuación desató una protesta espontánea, que fue creciendo hasta hacerse multitudinaria, entusiasta y sostenida como no se recuerda desde la memorable huelga de los salineros. Esto sí que es novedoso en Santa Rosa. La protesta caliente de los primeros días se fue haciendo poco a poco más festivalera. Mucha música, alegría, consignas ingeniosas, bombos.
Dirigentes y punteros peronistas en la protesta. Dirigentes y punteros radicales también. Y la gente, mucha gente. No menos de 4.000 en el pico de la movilización. Todos mezclados, confundidos... y reciclados. Nadie coreó otra vez la consigna «¡Que se vayan todos, que no quede ni uno solo!». ¿Qué pasó? ¿Cuándo fue que los políticos se redimieron? ¿Cuándo los perdonamos? ¿Por qué ahora no queremos que se vayan todos? ¿Alguien es capaz de responderse, al menos, a sí mismo?
Al intendente lo quieren echar. Sólo éso. La gente lo quiere echar en paz, sin violencia, con música y consignas. Es lo que se alienta desde el micrófono, desde los blogs, desde la conducción de las movilizaciones. Por debajo de la mesa, peronistas y radicales negocian. La gente movilizada todavía no ha pensado en el "después", los políticos sí, de eso viven. El gatopardismo acecha.
La experiencia que la sociedad santarroseña está haciendo dejará algunas enseñanzas para el futuro.
Mungui
Lo dijo Lampedussa y lo experimentaron argentinos y santarroseños en esa última articulación ética que se llamó cacerolazo.
Nada cambia si nadie cambia.
La convocatoria a la actividad carnestolenda de este viernes debe necesariamente recuperar la bronca y las banderas que generaron este admirable acto de manfiestación callejera de protesta.
De contrario, el ruido de las matracas esterilizarán el fragor del pueblo andando las calles en contra de un partido de gobierno, un gobernador y un sistema envilecido que colocaron su digno representante al frente de la municipalidad.
Vence Numancia
12 de febrero de 2008 19:31
Respecto a que pasará despuès de que se vaya el sorete Tierno. La verdad es que ni importan quièn asuma, lo importante es que el pueblo movilizado demostrò que no va a aceptar la ineficiencia y la corrupciòn de los gobernantes y cualquiera que asuma va a estar prevenido. En cuanto al comentario de que la gente lo quiere echar pacificamente, ¿que quieren ustedes, que salgamos a tirar bombas?. nosotros no somos violentos, los violentos son los gobernantes contra los que luchamos. Una última pregunta: ¿tienen algo que ver con el Movimiento No Pasaràn, que pertenece al PTS, el partido que hizo comentarios destinados a fragmentar la lucha?.
13 de febrero de 2008 10:40
Anónimo ¿la gente salió a la calle a protestar contra la "ineficiencia y la corrupción"? No. Salió a protestar contra el abuso de autoridad y la ausencia de una conducta democrática, por eso te equivocás al creer que no importa quién asuma. El problema no es la ineficiencia y la corrupción sino el tremendo déficit democrático. De lo contrario, debo entender que si tuviéramos una dictadura militar eficiente y que no robara, vos estarías de lo más contento.
La otra parte de tu comentario huele a policial, a macartismo, y es tan autoritario como Tierno. Firmás tu mensaje como "anónimo" y preguntás a los autores del blog quiénes son. Como la idea del blog es discutir ideas sería muy interesante no plantear una discusión a partir de estas macarteadas.
13 de febrero de 2008 11:02
esencialmente es asi esta bueno que se desoxide la trankilidad de la gente y que se salga a la calle. como sea es una buena señal .los que vendran como los que estuvieron son la misma mierda ojala la consigna fuera que se ballan todos.esencialmente los fachos peronistas que pusieron a este reverendo sorete de intendente.jorge marin jefes de policia ministros diputados todos son complices todos se educaron en la escuelita de menem y de peron que cuando estubo invito amablemente a venir a vivir a los nazis a la argentina cuando uian como ratas .
algun dia viviremos en un mundo donde la gente se respete donde no nesesitemos que nadie nos mande ni nos legisle como si fueramos estupidos ?sinceramente no lo creo .por lo pronto saquemoslo a patadas a este hijo de puta .en el futuro en toay ai un ermoso espasio de libertad para vivir.
por todas las libertades por todas las reveliones .mala testa
algundia vivir
14 de febrero de 2008 12:10
Estoy bastante de acuerdo con Mungui, hay que desconfiar de estos políticos, los de la oposición no vaya a ser que alguno se cruce el cerco y se siente a dar quorom, UCR y PJ siempre transaron
17 de febrero de 2008 2:42
Vemos que algunos están abandonando el barco antes que se hunda, se están despegando de Tierno según lo manifiestan en declaraciones públicas. Son manifestaciones individuales, pero el partido que lo llevó como candidato, dónde está? no ve el incremento de asistentes a las marchas?No ve que ése es el pueblo,que está,que se manifiesta visible y desconforme
No es que me importe el descrédito del partido,pero le cabe responsabilidad por haberlo postulado.
El Ejecutivo provincial qué espera?.Que se caiga ante la presión popular para no comprometerse ?.Si así fuera cuánto más deberemos soportar los santarroseños ?
Aún reconociendo la legitimidad de su elección( a Tierno me refiero) y sabiendo que en democracia debemos someternos a la voluntad de la mayoría, digo -yo me jodo- y pregunto¿ qué dice la consciencia de los que lo votaron? A ellos no les afecta el tarifazo? las represiones a la cultura? el fantasma del espionaje que hoy ronda a los más visibles, pero puede extenderse a todos los que no se adapten a un regimen personalista y autoritario?
Amigos: aprendamos a votar, vivimos en una ciudad relativamente chica donde todavía todos nos conocemos, no provoquemos la epidemia y después busquemos los medios para combatirla.
Como toda experiencia,mala o buena,espero que ésta nos sirva para pensar antes de entrar al cuarto oscuro. Y que Dios nos ayude en esta patriada
20 de febrero de 2008 13:15